POLÍTICA INDUSTRIAL
El Sector Industrial constituye un pilar de cohesión económica y social en nuestro país, tiene un papel fundamental de vertebración de la economía y de motor de creación de empleo de calidad.
Durante la crisis iniciada en 2008 que conllevó la destrucción de centenares de miles de empleos, el sector industrial fue el que mejor sostuvo el empleo de calidad, el mantenimiento de los salarios y las condiciones laborales y en mayor medida supuso una menor destrucción de empleo, en los países que se han apoyado en la industria. Y se posiciona como la base sólida para la recuperación de la economía no sólo de nuestro país, sino que también será determinante la dimensión europea que adquiera. Por ello, es necesario caminar hacia un cambio de modelo productivo, en el que la industria alcance el objetivo del 20% para el 2020, que presentó en la Comisión en 2012.
En este momento, la política industrial en nuestro país, tiene importantes retos por delante, la 4ª revolución industrial es ya una realidad que no podemos ignorar. La digitalización de la industria aporta beneficios claros a nuestro desarrollo industrial, no podemos permitirnos quedarnos atrás en la adopción de nuevos sistemas y soluciones tecnológicas. Con la industria 4.0, se plantea el reto de abrir una revolución que pasa de competir en costes a apostar por la calidad, la innovación y la tecnología, factores generadores de más y mejor empleo, en definitiva crear un modelo industrial con capacidad de generar empleos de calidad y con derechos